La antigüedad del Hombre.
Según los científicos la antigüedad del hombre se mide por centenares de miles de años, Los datos que se presentan para demostrar que el hombre ha vivido durante un número indeterminado de eras sobre la tierra son:
(I) La existencia de poblaciones edificadas sobre pilares, Y el hallazgo de utensilios de diferentes clases ahora sumergidos en lagos en Suiza y en otros lugares, que, se supone, son de gran antigüedad. En la mayoría de estos lugares se han encontrado artículos de piedra, por esto, se ha argumentado que estos pueblos vivieron en la llamada "edad de piedra". El Dr. Charles Lyell nos dice: "Todos estos argumentos no constituyen una prueba fiel. Los razonamientos se hacen en base de la ausencia de metal y la presencia de artículos de piedra. Por ello, se infiere que estos pueblos pertenecían a la "edad de piedra" a la que siguió la "edad de bronce" y después la "edad de hiero". Los geólogos suizos, nos sigue diciendo el Dr. Lyell, asignan a la edad de piedra una edad de 5 a 7 mil años; a la edad de bronce entre 3 mil y 4 mil años. Sin embargo, es una especulación totalmente arbitraria que hubiera jamás una edad de piedra. Esto se basa en una teoría que el hombre en su condición original fue de barbarie, de la que se elevó a través de una lenta progresión".
(II) El descubrimiento de restos humanos en estado fósil en depósitos a los que los geólogos asignan una edad contada por decenas, o centenares de miles de años. En la región de Java (Asia), en el año 1891 se encontró lo que el Profesor Eugene Dubois llamó el "eslabón perdido" (pitecantropus erectus) son restos óseos consistentes en una parte del cráneo, tres muelas y un hueso de la pierna. La distancia mayor que había entre fragmento y fragmento era de 20 pasos. Y con la ayuda de yeso, se reconstruyó el "eslabón intermedio" entre el hombre y la "creación inferior". Otros "eslabones" se han reconstruido de la misma manera. Empero el Dr. Etheridge, inspector del Museo Británico, dijo lo siguiente: "En todo este gran museo no existe partícula alguna de evidencia de la transmutación de las especies. En cambio este museo está lleno de pruebas de la completa falsedad de tales puntos de vista". Además del hombre de Java, se han encontrado: el hombre de Neanderthal, el de Cro-Magnon, el de Piltdown y otros. Irónicamente al juntar todos estos restos fósiles no se forma ni un medio esqueleto de un ser humano.
(III) La antigua separación de hombres en las distintas razas en las que ahora subsisten. Esta posición menciona que unos 3,000 años antes de Cristo, la raza blanca, la negra y la amarilla ya estaban desarrolladas. Y que este desarrollo tuvo que tomar incontables eras para quedar establecidas las razas. Ante esto, el Dr. Charles Hodge dice: "No es infrecuente que las variedades de una especie se produzcan en corto tiempo. Estas variedades de raza no son efecto de la operación ciega de causas físicas, sino que lo son por aquellas causas que son inteligentemente conducidas por Dios para el cumplimiento de algún sabio propósito. Los animales que viven en las regiones árticas no sólo están vestidas de pelo para su protección, sino que el color de su cubierta cambia con la estación. Y así Dios dispone las diferentes razas humanas en sus peculiaridades para que sean apropiadas para las regiones en que moran".
La unidad de la especie humana.
La Biblia contrario a lo que enseña la evolución, afirma que, toda la especie humana desciende de una sola pareja. Este es el sentido obvio de los primeros capítulos del Génesis. Dios creó a Adán y a Eva como el principio de la especie humana, y les mandó: "Sed fecundos y multiplicaos. Llenad la tierra; sojuzgadla y tened dominio sobre los peces del mar, las aves del cielo y todos los animales que se desplazan sobre la tierra."(Génesis 1:28). Además, la narración subsiguiente de Génesis muestra claramente que las siguientes generaciones hasta la época del diluvio permanecieron en continua relación genética con la primera pareja. De manera que la especie humana constituye una unidad genética o genealógica. Esto es lo mismo que enseño Pablo en Hechos 17:26 "Y de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres, para que habiten sobre toda la faz de la tierra; y les ha prefijado el orden de los tiempos, y los límites de su habitación". Esta misma verdad es básica para la unidad de la especie humana en relación con la primera transgresión, y en relación también con la provisión hecha para la salvación de la especie en Cristo, Romanos 5:12, 19 "Por esta razón, así como el pecado entró en el mundo por medio de un solo hombre y la muerte por medio del pecado, así también la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.... Porque como por la desobediencia de un solo hombre, muchos fueron constituidos pecadores, así también, por la obediencia de uno, muchos serán constituidos justos"; 1 Corintios 15:21-22 "Puesto que la muerte entró por medio de un hombre, también por medio de un hombre ha venido la resurrección de los muertos. Porque así como en Adán todos mueren, así también en Cristo todos serán vivificados".
El origen del Hombre de acuerdo a la Biblia.
La Biblia enfática y tajantemente dice: que el hombre fue creado a la imagen y semejanza de Dios, y que Dios es el único que puede realizar tan estupenda tarea. Dios, en su palabra, no nos impone ideas o teorías absurdas para que las creamos. El nos dice que hay una causa suficiente y racional de todas las cosas, y esa causa es únicamente El (Gn. 1:26-27) "Entonces dijo Dios: "Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza, y tenga dominio sobre los peces del mar, las aves del cielo, el ganado, y en toda la tierra, y sobre todo animal que se desplaza sobre la tierra." Creó, pues, Dios al hombre a su imagen; a imagen de Dios lo creó; hombre y mujer los creó".
El cuerpo humano viene de la tierra.
Las Escrituras nos enseñan al mismo tiempo que, Dios formó el cuerpo humano del polvo de la tierra, y sopló en él el aliento de vida (literalmente vidas,en el hebreo), y vino a ser un alma viviente. (Gn. 2:7). En base de este relato, se puede decir que, el hombre se compone de dos principios o elementos distintivos: el uno material, el otro inmaterial; el uno corpóreo, el otro espiritual.
Por este origen terreno del cuerpo del hombre, parece ser que se denominó al mismo, Adán, el cual es una derivación de adhamah, (palabra que significa tierra). Químicamente, esto es cierto. Una autoridad científica afirma que en el cuerpo humano existen 16 elementos de la tierra. El los enumera: calcio, carbono, cloro, flúor, hidrógeno, yodo, hierro, magnesio, manganeso, nitrógeno, oxígeno, fósforo, potasio, silicona, sodio y azufre. Así que se puede decir que el testimonio de la ciencia reitera la revelación bíblica según la cual el hombre es de la tierra (1 Cor. 15:47-49) "El primer hombre es de la tierra, terrenal; el segundo hombre es celestial. Como es el terrenal, así son también los terrenales; y como es el celestial, así son también los celestiales. Y así como hemos llevado la imagen del terrenal, llevaremos también la imagen del celestial". Ver también, Génesis 3:19 "Con el sudor de tu frente comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, pues de ella fuiste tomado. Porque polvo eres y al polvo volverás".
La genética apoya la revelación bíblica.
La "ley de la herencia" descubierta por el científico Mendel, comprobó que las especies eran fijas, y que no podían cambiarse a otras especies distintas.
El Dr. Paul Brand, dice lo siguiente sobre el código químico de los genes ADN que controlan todas las formas de vida, y que mantienen la especie propagando a cada una según su propia clase (como enseña el capítulo uno de Génesis), evitando la evolución de cualquier especie a otra: "El cuerpo humano siente y conoce infaliblemente sus 100 trillones de células por nombre. Aunque las células de hueso, de grasa, de sangre, de músculo - difieren totalmente de mis componentes de hace diez años. Pues, todas las células han sido reemplazadas por células nuevas (excepto las células nerviosas y las células del cerebro, que nunca son reemplazadas). De ahí que mi cuerpo es más parecido a una fuente de agua que a una escultura, manteniendo su forma, pero siendo constantemente renovado. Lo maravilloso de todo esto es, que de alguna forma mi cuerpo sabe que las células nuevas pertenecen, y son bienvenidas. ¿Qué impulsa a las células a trabajar juntas?... El secreto de la membresía está encerrado dentro del núcleo de cada célula, enrollado en una cuerda de ADN. Una vez que el óvulo y el espermatozoide comparten su herencia, la escalera química de ADN se parte en el centro de cada gen semejante a como se separan los dientes de un cierre. El ADN se reforma cada vez que se dividen las células, cada una con el idéntico ADN. En el trayecto las células se especializan, pero cada una lleva el libro de instrucciones que les ha dictado el ADN. Es estimado que el ADN contiene instrucciones que, si se escribieran, llenarían mil libros de seiscientas páginas cada uno. (El ADN es tan angosto y compacto que cabría en un cubito de hielo, sin embargo si el ADN fuera desenredado y unido punta con punta, la cuerda podría estirarse de la tierra al sol ida y vuelta, por más de cuatrocientas veces). Cada célula posee un código genético tan completo que el cuerpo entero podría ser reconstruido a través de la información en cualquiera de las células del cuerpo... pero sería la misma especie y nunca una distinta." (hasta aquí la cita del Dr. Paul Brand).
¡¡¡¡¡Maranata Cristo viene!!!!amén.